lunes, 27 de diciembre de 2010

desperate.

Un autor había escrito que el tiempo no transforma al hombre, que la sabiduría no transforma al hombre; lo único que puede hacer que alguien cambie de idea es el amor. ¡Qué locura! El que lo escribió solo conocía una cara de la moneda.
Realmente, el 
amor era la primer de las cosas capaces de cambiar totalmente la vida de una persona, de un momento a otro. Pero existía la otra cara de la moneda, la segunda cosa que hacía al ser humano tomar una dirección totalmente distinta de la que había planeado: se llamaba desesperación. Sí, tal vez el amor fuese capaz de transformar a alguien, pero la desesperación transforma más deprisa.

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